La solución consiste en un sistema de detección y geolocalización temprana de incendios forestales, para combatir el incendio en el menor tiempo posible. La detección se realiza con sensores térmicos y ópticos. Los ópticos son utilizados para detectar humo en un radio de 20 kilómetros con la ayuda de un software entrenado utilizando algoritmos de Inteligencia Artificial para optimizar y personalizar la detección, según el lugar geográfico donde esté instalada y las características de la zona que esté vigilando. Los sensores térmicos identifican focos de fuego desde 2 mts cuadrados en un radio de 7 kms, inclusive de noche. Mediante la automatización se regula la frecuencia con la que se vigilan todos los puntos visibles por ambos sensores, con lo que cada punto estaría sin vigilar a lo más 5 minutos. Al identificar un incendio, el sistema envía alertas al personal dedicado al combate y extinción, con información de utilidad, imágenes y videos en vivo para optimizar el combate.
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