La pequeña agricultura familiar campesina se enfrenta a diversos problemas: envejecimiento de la población, migración campo-ciudad, y escasez de servicios. Para los agricultores que desean mantener su sistema de vida, poder vender sus productos es vital, pero se enfrentan a una serie de brechas que lo dificultan: bajos volúmenes de producción, carencia de permisos sanitarios, y condiciones comerciales desfavorables. Abasto Colectivo Rural trabaja con micro y pequeños agricultores para que puedan comercializar las hortalizas de sus huertas familiares con restaurantes. Gestionamos la oferta colectiva, recogiendo, limpiando, y entregando las hortalizas a los clientes dentro del mismo día, asegurando pagos justos y a tiempo, y cumpliendo con todas las normativas necesarias. Los agricultores no aumentan sus costos, y los clientes reciben producción local y fresca, entregando un producto responsable a sus propios clientes, y aportando efectivamente al desarrollo de su comunidad.
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